25 dic 2011

The night before Christmas

Queridos lectores, hoy es el día de Navidad, y como esta festividad no existe en el Mundo de Hanako, no voy a hablar de ella. Aunque no puedo evitar hacerle referencia ya que en el mundo real parece ser una de las fechas más importantes del año.
Desde hace muchos años he odiado las navidades y todo lo que ellas conllevan. Bueno, en realidad no todo, solo odio el frío, las cenas de empresa, las reuniones familiares obligadas, las compras compulsivas, la hipocresía, los villancicos, y los adornos navideños. ¡Pero sí que me gustan las lucecitas que invaden la Tierra en esta temporada! ^^ No soy muy familiar ni muy social, a mi me gusta pasarme los días importantes con mi gatita, a la que quiero con locura, y tranquilamente haciendo algo que me produzca alguna satisfacción personal. Pero desde hace siete años estas fechas se han transformado en la oportunidad de volver a reunirme con mis amigas, ya que a día de hoy cada una está en un punto geográfico distinto y no podemos vernos todo lo que quisiéramos. 
Desde hace ya unos días empezamos a hablar de vernos todas juntas. Es irónico que sólo seamos cinco y tengamos tantísimos problemas para juntarnos una sola noche, pero me atrevo a decir que desde el pasado fin de año no hemos vuelto a coincidir. El caso es que estas cuatro chicas son una de las partes más importantes de mi vida y por poco que nos veamos todas sabemos que las otras siempre estarán ahí, y nuestras reuniones nunca carecerán de risas, anécdotas y muchas tonterías. Como éste año solo podíamos estar todas en nochebuena había que aprovecharla bien, y como estaba previsto, se aprovechó en condiciones. La primera parte de la noche pasó contando recuerdos de otros años, de cuando estábamos siempre juntas y de vivencias que habíamos tenido tiempo atrás. No faltó el buen royo. ¡Nuestras carcajadas se oían por todo Plasencia! Después llegó el momento de juntarse con el resto del mundo y mezclarse entre la multitud clonada, en algún sitio calentito en el que pusieran música para bailar, y ahí corrieron las fotos, los bailes tradicionales y el cachondeo. Hicimos nuestra una parte del garito, y desde secuestrar una mesa para poner los abrigos hasta revolcarnos por el suelo algunas, fueron cosas que pasarán a ser recordadas, junto con una magistral interpretación de un dolor de tripa y unas nauseas en el baño para colarnos de las demás chicas que esperaban...
La noche no acabó muy tarde ni muy mal, cada una se fue a donde se tenía que ir, y todas nos llevamos un buen sabor de boca a parte del resto del mundo. Fue una noche legendaria...
Siempre he oído que la Nochebuena es la noche en que se pueden hacer realidad los deseos, pero después de que a mi me costó horrores a las ocho de la tarde encontrar gasolina y nata (que al final no encontré), no creía mucho en que fuera a salir bien el encuentro. Pero, de verdad, no me hace falta desear una buena reunión con mis amigas de siempre para tenerla, porque con ellas todo es un acierto. Por eso son parte de los cimientos del mundo de Hanako Dosukoi. 
Os quiero mis niñas n_n