13 mar 2012

Crónicas de S.T.A.R.S.

La otra noche, me hallaba yo como de costumbre navegando por mis redes sociales, cuando leí en Twitter algo que trastornaría mi mundo el restante fin de semana.
Mi hermano y yo sabíamos lo que se nos venía encima. Muchas otras veces nos había pasado, y ambos estábamos deseándolo. Nos hicimos sendos cola caos, nos pusimos cómodos, y nos adentramos en las mismísimas entrañas de la llanura Arklay. ¡Aquello era terrorífico! Esa introducción, esos efectos especiales de cartón-piedra, esas sobre actuaciones de los personajes de carne y hueso... total, que salimos corriendo y escapamos de los perros metiéndonos en aquella enorme mansión. Para empezar perdemos a uno, y me toca ir a investigar la mansión ¡armada con un miserable cuchillo! Bueno, sin pegas, sólo es una vuelta de reconocimiento y vuelvo a la entrada. Cuando llego a un pasillo en el que me encuentro con un pedazo de zombie deborando a uno de mis compañeros... ¿qué hago? Fácil, me hago el héroe y acaba dándome 2 mordiscos que me quitan la mitad de la vida antes de salir del pasillo v_vU (primer zombie y yo en "caution"). Y para colmo resulta que cuando llego al hall donde he dejado a mis otros dos compañeros de equipo, ¡se han largado sin mí! Ale, ponte a dar vueltas como un tonto por una mansión llena de monstruos come humanos vivos...
En mis idas y venidas por el enorme caserón, debo decir que me encontré con numerosos obstáculos: puzzles, enemigos sanguinarios, paredes... menos mal que tenía unos botes maravillosos de Reflex, que cada vez que me iba a morir, me echaba uno de esos por encima y ya estaba como nuevo. Es milagroso, ya lo dicen los anuncios. Y bueno, dado que yo soy de letras, mis números no son demasiado buenos, y acabé contabilizando los "Hunters" que mataría con X balas (Hunter: criatura medio rana medio gorila, desprovisto de piel o pelo y con afiladas y largas garras, que gusta de dar saltos e ir por ahí separando cabezas de los troncos. Se necesitan de 2 a 3 cartuchos de escopeta para matarlos, o bien 2 balas Magnum de la Colt Python). Bien, pues según mis cuentas, si tengo 16 balas de magnum, ¡puedo matar a 38 Hunters! Solucionado. Con cuentas así sobrevivo a lo que quiero. Con eso, y acordándome de llevar cura antes de ir a matar a un boss...
Es eso, luego cuando consigues una llave que hace tiempo buscabas, y te pasas media hora delante del baúl cogiéndolo todo para ir a esa habitación importante que ya deseas quitarte de en medio, que sabes perfectamente lo que vas a tener que hacer y lo que te vas a encontrar, y ya cuanto estas todo preparado y te recorres el mapa de punta a punta, llegas a la puerta de la susodicha habitación, y ves que se te ha olvidado la llave en el baúl... u.u
Y después de ir ahorrando munición, cura y cintas de tinta todo el tiempo, jugándotela esquivando zombies y otros bichos peores, todo para tener un buen arsenal para cuando llegue la hora de enfrentarte contra el temido Tyrant, sin querer entras en una habitación en la que empieza una secuencia de vídeo que no puedes parar y que te lleva directamente delante de las narices del bicho, con una beretta de 9mm y unas 80 balas. ¡Genial! ¿y ahora qué? Pues a darle vueltas al laboratorio disparando de vez en cuando con la pistolita, y cuán es mi sorpresa al ver que al terminar el primer cargador de 15 balas, el enorme villano antropomórfico cae desplomado al suelo. "Mírame, soy el Tyrant, me matan con pistola".
Tras siete largas horas de mal traducir textos en inglés y de ver vídeos con doblajes extremádamente sórdidos, un lanzacohetes es lanzado desde un helicóptero en mi cabeza para que acabe del todo con esa abominable criatura que se atrevieron a llamar Tyrant-002. Le disparo uno de sus gigantescos proyectiles, y tras ver la escena de cómo explota el pepino antes de llegar al objetivo, y una bola de fuego rodea un montón de cenizas con trozos grandes oscuros que ahora hay donde dos segundos antes estaba mi enemigo, ya no quiero ver más nada. Ni efectos especiales de última generación, ni 3D, ni gráficos más altos que los que tiene la vida real... NADA. Me quedo con eso, y con la cutre explosión de la mansión Spencer en la llanura Arklay, mientras huimos en el helicóptero hacia un nuevo día...
Y ésto, queridos amigos, ésto es mi punto de partida, mi génesis, mi inspiración. El primer Resident Evil para PlayStation, el original, el inicio de mi descenso a la locura no-muerta que desde hace 15 años lleva incandescente en mi corazón, mi cabeza, y desde hace unos 6, en el tatuaje de mi pie. Éste es el Lado Oscuro de Hanako...